
Tengo un rio muy grande
Que abraza mi ciudad
Que la endulza!
Con arenas de oro
Chicas bonitas
Viejitos leyendo sus historias
Y muchos chiquilines
Felices de vivir en donde habitan
No es una city, no es un pueblo
Tiene lo grandioso de lo metropolitano
Y lo sano del murmullo pueblerino
Ya pasamos desapercibidos
Cuando caminamos por los parques
Como en las grandes urbes
Pero, nos sentimos hermanados
Por el lazo amistoso de aquel pueblo
Que aun vive en el cuore del Parque Independencia
Tengo un rio muy grande con mil canales
De agua ardiente y dulce
Que circula por mi cuerpo
Que hace sonrrojar mi rostro ingenuo
De pueblerina y cosmopolita engendro
de Pichincha y las putas de olmedo
En la estacion de trenes REMOZADA
Que desteje la maraña de los recuerdos
En las multitudinarias, brillantes
Y Rosarigasinas
Ferias domingueras
El Cairo, El Negro y Abonizio
Fander, silvina y juan, fito, el Che, si regresara.
Y hasta Llopis, se sacan su sombrero rosarino
En reverencia a la ciudad que descubrio
Que no podia vivir de espaldas
A mi gran hermoso dulce y grande Rio.
Islas, sauces y Dominguez!
Las empanadas en lo de la chilena
Ahora Playas gays y otras yerbas
Olvidan al difunto canoero
Que duerme al son de los chipun chipun!
Y ya no hay demoliciones sin respeto
silos desvastados sin memoria
de los cereales guardaditos cotizaban
y fueron 1º en los guines de los 40, jaja
Cuando Rita La Salvaje se desnudaba
En el viejo Ran de vouz
Con Elio dormido para siempre
En los brazos del pianista de los
Marinos, que venian a devorar mujeres
De las buenas, por dos mangos con cincuenta
Incluido A LA FRANCESA
Tengo el corazon en dos mitades, dice Abonizio,
Y le acompaño:
Una derecha: la grande urbe
Una izquierda: mirando el cielo, en Rock and Feller
Entre gritos desterrados de pecaminosos duelos
De atormentadas juventudes desvastadas
Ciudad de izquierda
Sombras doradas, de otoños suaves
Mujeres bellas, mezcla de razas
Mezcla de leches amamantadas
Pezon de alondra
Pulgar de juez
Rosario vive
Aquí en mi piel
Que abraza mi ciudad
Que la endulza!
Con arenas de oro
Chicas bonitas
Viejitos leyendo sus historias
Y muchos chiquilines
Felices de vivir en donde habitan
No es una city, no es un pueblo
Tiene lo grandioso de lo metropolitano
Y lo sano del murmullo pueblerino
Ya pasamos desapercibidos
Cuando caminamos por los parques
Como en las grandes urbes
Pero, nos sentimos hermanados
Por el lazo amistoso de aquel pueblo
Que aun vive en el cuore del Parque Independencia
Tengo un rio muy grande con mil canales
De agua ardiente y dulce
Que circula por mi cuerpo
Que hace sonrrojar mi rostro ingenuo
De pueblerina y cosmopolita engendro
de Pichincha y las putas de olmedo
En la estacion de trenes REMOZADA
Que desteje la maraña de los recuerdos
En las multitudinarias, brillantes
Y Rosarigasinas
Ferias domingueras
El Cairo, El Negro y Abonizio
Fander, silvina y juan, fito, el Che, si regresara.
Y hasta Llopis, se sacan su sombrero rosarino
En reverencia a la ciudad que descubrio
Que no podia vivir de espaldas
A mi gran hermoso dulce y grande Rio.
Islas, sauces y Dominguez!
Las empanadas en lo de la chilena
Ahora Playas gays y otras yerbas
Olvidan al difunto canoero
Que duerme al son de los chipun chipun!
Y ya no hay demoliciones sin respeto
silos desvastados sin memoria
de los cereales guardaditos cotizaban
y fueron 1º en los guines de los 40, jaja
Cuando Rita La Salvaje se desnudaba
En el viejo Ran de vouz
Con Elio dormido para siempre
En los brazos del pianista de los
Marinos, que venian a devorar mujeres
De las buenas, por dos mangos con cincuenta
Incluido A LA FRANCESA
Tengo el corazon en dos mitades, dice Abonizio,
Y le acompaño:
Una derecha: la grande urbe
Una izquierda: mirando el cielo, en Rock and Feller
Entre gritos desterrados de pecaminosos duelos
De atormentadas juventudes desvastadas
Ciudad de izquierda
Sombras doradas, de otoños suaves
Mujeres bellas, mezcla de razas
Mezcla de leches amamantadas
Pezon de alondra
Pulgar de juez
Rosario vive
Aquí en mi piel
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